Comerciantes de la Primera Sección de la Central de Abasto manifestaron su rechazo a la construcción de una barda perimetral anunciada por el Ayuntamiento de Puebla. Señalan que esta obra afectaría directamente sus actividades comerciales, al limitar el tránsito de clientes, proveedores y vehículos de carga entre diferentes zonas del mercado.
De acuerdo con los inconformes, la medida provocaría una división física entre áreas clave como La Herradura, Las Flores, Subasta Chica, Primera Subasta, el canal y el tianguis de ropa, lo que complicaría la operación logística y comercial. A esto se suma la inconformidad por la posible demolición de al menos 26 bodegas que, según han señalado las autoridades, se encuentran en situación irregular.
Los comerciantes también han cuestionado la instalación de accesos controlados con cámaras de videovigilancia, al considerar que estas acciones se están llevando a cabo sin diálogo previo ni estudios de impacto comercial. Aseguran que no fueron consultados y que no existe un diagnóstico que justifique la obra desde una perspectiva económica o social.
Aunque el gobierno municipal ha presentado el proyecto como una medida de seguridad y ordenamiento, los locatarios insisten en que primero debe establecerse una mesa de diálogo que permita escuchar las voces de quienes operan diariamente en la zona.
En los próximos días, los representantes de los comerciantes buscarán reunirse con autoridades municipales para exponer sus preocupaciones y solicitar la suspensión temporal del proyecto mientras se llega a un acuerdo que no afecte el funcionamiento del centro de abasto más importante de la región.
