Serán intervenidas 126 calles en los límites con Tlaxcala, con una extensión total de 6.3 kilómetros, en beneficio de más de 2 millones de habitantes.
CIUDAD DE PUEBLA, Pue.– Al encabezar el inicio de la rehabilitación y ampliación de la carretera Puebla–Tlaxcala, el gobernador Alejandro Armenta afirmó que su administración transformó el modelo de ejecución de obra pública, priorizando la transparencia, el humanismo y la honestidad, con el objetivo de generar bienestar real para la población.
El mandatario estatal hizo un llamado enérgico a las autoridades municipales para trabajar en territorio y no desde el escritorio. Celebró que esta vialidad, que durante más de 30 años no había sido intervenida, ahora será rehabilitada de manera integral con acciones como el fresado de 21 mil metros cuadrados, el tendido de 2 mil 866 metros cúbicos de carpeta asfáltica, la ampliación de carriles, la construcción de un camellón central, el mejoramiento de la imagen urbana y la colocación de señalización horizontal y vertical.
“Quien quiere servir debe hacerlo de tiempo completo. La población no tiene la culpa de los gobernantes flojos”, enfatizó Armenta durante la rueda de prensa realizada en la Carretera Federal Puebla–Tlaxcala.
El gobernador subrayó que nunca antes, en el primer año de un gobierno, se habían proyectado pavimentar más de 33 avenidas estratégicas, correspondientes a accesos y salidas de alta circulación para las y los poblanos.
Por su parte, el secretario de Infraestructura, José Manuel Contreras de los Santos, informó que con el apoyo de los Módulos de Pavimentación y con insumos donados por PEMEX, se intervendrán 6.3 kilómetros de la carretera Puebla–Tlaxcala. Precisó que se rehabilitarán 3 kilómetros de laterales desde el entronque de la autopista hasta la zona de El Capulín y se ampliarán a cuatro carriles 3.3 kilómetros en los límites con el estado de Tlaxcala, a la altura de Covadonga.
Detalló que la obra beneficiará de manera directa a 131 mil habitantes de las juntas auxiliares de San Pablo Xochimehuacan, San Jerónimo Caleras y San Felipe Hueyotlipan. Además, al ser una vía de conexión regional, mejorará la movilidad de más de 2 millones de personas, así como de prestadores de servicios y transporte.
Durante el arranque de obra, habitantes de la zona reconocieron la importancia del proyecto. El inspector de San Cristóbal Tulcingo, Carlos Arenas Mendoza, agradeció la atención a una región que permaneció en el abandono durante años y destacó que la rehabilitación impulsará el comercio local y fortalecerá el tejido social. Vecinos coincidieron en que la ampliación de carriles ayudará a reducir accidentes, mejorará la imagen urbana y ofrecerá un acceso digno entre Puebla y Tlaxcala, con impacto positivo para la movilidad y el turismo.
