
En el estado de Puebla se registró un suceso de carácter local que ha comenzado a generar preocupación en la comunidad y entre las autoridades estatales. Aunque no relacionado con lluvias, el 17 de octubre se informó que las rutas de acceso hacia varias comunidades rurales se vieron bloqueadas debido a un deslizamiento ocurrido la noche anterior en la Sierra Negra. El derrumbe provocó que un tramo de carretera quedara intransitable, dejando aisladas a más de 20 casas y a varios pequeños negocios que dependen de la vía para abastecimiento.
Las autoridades municipales y agentes de Protección Civil acudieron al lugar para evaluar daños y coordinar labores de limpieza, aunque indican que el acceso es difícil por la caída de rocas de gran tamaño. Los residentes de la zona señalaron que habían advertido de la vulnerabilidad del terreno y que la noche del colapso escucharon ruidos fuertes antes del deslave. Hasta ahora no se reportan víctimas mortales, si bien algunas personas quedaron atrapadas temporalmente y reciben apoyo para su traslado.
El gobierno del estado activó un plan de contingencia que incluye maquinaria especializada, rutas alternas y atención médica. El incidente reabre la discusión sobre la necesidad de fortalecer la infraestructura en zonas serranas y prevenir riesgos geológicos.



