El gobierno de Estados Unidos ha decidido no solicitar la pena de muerte contra Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, en caso de ser declarado culpable de los cargos de narcotráfico que enfrenta en Chicago. Esta decisión fue formalizada en un documento judicial presentado el 23 de mayo en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, firmado por el fiscal Andrew S. Boutros.
Guzmán López, detenido en julio de 2024 en El Paso, Texas, junto a Ismael «El Mayo» Zambada, se declaró no culpable de los cargos que se le imputan. Su defensa, encabezada por el abogado Jeffrey Lichtman, ha solicitado tiempo adicional para revisar los argumentos presentados por la Fiscalía. Se espera que el próximo 2 de junio se lleve a cabo una nueva audiencia en la que se podrían discutir posibles acuerdos procesales.
La decisión de no buscar la pena de muerte se produce en el contexto de negociaciones entre Guzmán López y las autoridades estadounidenses. Se especula que el acusado podría estar considerando declararse culpable a cambio de beneficios procesales, similar a lo que se anticipa en el caso de su hermano Ovidio Guzmán, quien también enfrenta cargos en Chicago y se espera que se declare culpable en una audiencia programada para julio.
Este desarrollo marca un giro significativo en el proceso judicial contra los hijos de «El Chapo», quienes han sido identificados como líderes de la facción «Los Chapitos» del Cártel de Sinaloa. La decisión de no buscar la pena capital podría influir en futuras negociaciones y en la dinámica interna del cártel, así como en las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos.
