El martes 5 de agosto, se reportó que un número significativo de migrantes, provenientes de Venezuela, Colombia, India y otros países, se encuentran varados en Puebla debido a restricciones migratorias más estrictas en la frontera norte de México. Muchos de ellos han buscado refugio en albergues temporales y viviendas improvisadas, enfrentando condiciones precarias y una creciente incertidumbre sobre su futuro. Organizaciones no gubernamentales locales han intensificado sus esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria, incluyendo alimentos, atención médica y apoyo psicológico. Sin embargo, la capacidad de respuesta sigue siendo insuficiente ante la magnitud de la crisis. Las autoridades estatales y federales han sido instadas a coordinar acciones más efectivas para abordar esta situación humanitaria.
