Intento de golpe de Estado en Benín
El 7 de diciembre de 2025, Benín vivió una jornada de extrema tensión política cuando un grupo de militares anunció públicamente que había tomado el poder y destituido al presidente Patrice Talon. En un comunicado difundido en medios locales y redes sociales, los golpistas afirmaron que las instituciones quedaban disueltas y que el país sería administrado por un mando militar, argumentando inestabilidad política y supuestos abusos gubernamentales. Las declaraciones generaron preocupación inmediata tanto dentro como fuera del país.
Sin embargo, pocas horas más tarde, el gobierno beninés informó que el intento había sido controlado. El ministro del Interior comunicó que las fuerzas leales habían retomado instalaciones estratégicas y que los principales líderes del levantamiento habían sido detenidos o estaban siendo perseguidos. Las autoridades aseguraron que las instituciones continuaban funcionando con normalidad y llamaron a la población a mantener la calma.
La CEDEAO, la Unión Africana y distintos gobiernos de la región condenaron enérgicamente el intento de golpe, insistiendo en la importancia de preservar el orden constitucional. Tropas regionales incluso fueron movilizadas para reforzar la estabilidad del país. El episodio se produce en un contexto donde varios países de África occidental han sufrido asonadas militares en los últimos años, lo que generó aún mayor preocupación internacional.
Aunque la situación quedó bajo control, el evento dejó al descubierto tensiones internas y cuestionamientos sobre la seguridad democrática de Benín, empujando a la comunidad internacional a vigilar de cerca los acontecimientos posteriores.
