El gobierno mexicano anunció recientemente un incremento significativo en los aranceles para autos importados desde Asia, que podrían llegar hasta un 50 %. La presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que esta medida no es coercitiva ni dirigida en particular contra China, pese a la respuesta crítica de Pekín, que advirtió que esto podría afectar la confianza de inversionistas.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, explicó que la finalidad es corregir desequilibrios comerciales y fortalecer la producción nacional como parte del llamado Plan México. Actualmente los autos asiáticos enfrentan impuestos de importación entre el 15 % y el 20 %, lo que cambiará si se aprueba la nueva medida.
Aunque México no tiene tratados de libre comercio con países como China, Corea del Sur o India, la intención del gobierno es promover la autosuficiencia productiva y reducir la dependencia de importaciones. Sheinbaum insistió en que el país seguirá respetando normativas internacionales y mantiene abiertos los canales diplomáticos, incluso solicitando diálogo con China y Corea del Sur, para evitar tensiones comerciales innecesarias.
